Santar y Nelas ¡Un canto a Portugal!

Desde que en 1978 realizara mi primer viaje internacional a Lisboa, Estoril, Cascais y Sintra, siempre he tenido un cariño muy especial por el vecino país de Portugal, de múltiples y contrastados valores e iconos turísticos, salpicado de historia por los cuatro costados, desde tiempos inmemoriales.

Desde entonces, son infinidad los viajes que he llevado a cabo a las regiones lusitanas, desde Oporto, tierra de grandes e importantes vinos, reconocidos y descubiertos por los ingleses, hasta las Azores, selladas por un conjunto de islas diseminadas por el Atlántico que conjugan la belleza de su paisaje con la tranquilidad que reina en estas pequeñas porciones de tierra, junto con los contrastes que destila su caprichosa arquitectura, pasando por Algarve, donde la cocina desprende un olor y sabor especial, capitaneada por la cataplana de pescado y marisco, hecha, como marcan los cánones, por una cataplanera, recipiente que le da un toque especial al plato, y en el que siempre está presente la hierba mágica del cilantro.

A Portugal le pasa lo mismo que a Francia en turismo; siempre tiene la particularidad de sorprender al visitante. Nunca se termina de ver lo más importante que tiene en arquitectura, en museos, en paisaje, en vinos, en pequeñas poblaciones que irrumpen cuando menos te lo esperas… Portugal merece, no uno o dos viajes, si no muchos más. Es un pequeño país, en cuanto al número de habitantes, pero muy grande en iconos culturales-históricos-turísticos.

Este pasado mes de diciembre he vuelto a él, por penúltima vez, y lo hecho a la zona de la región de Dâo, invitado por la amiga de Pilar y mía, Xandi Matos, de Casa Miradouro de Santar, cuyas trazas en la cocina le llevan a elaborar unas conservas y mermeladas de frutas de primera categoría, en las que los conservantes y antioxidantes no tienen cabida de ninguna manera. Xandi está trabajando en el proyecto de convertir su Casa Miradouro en una casa rural con estilo.

La invitación a Dâo ha sido por partida doble, ya que la Cámara Municipal de Nelas me ha hecho los honores pertinentes de invitado al Mercado do Natal, evento que cada año viene celebrando esta pequeña población portuguesa, dedicado a la artesanía de la alimentación y de los productos hechos a mano por las mujeres y hombres de la región.

Aprovechando esta salida a la zona, he buscado tiempo para dedicarlo a conocer la historia de Santar y sus proyectos de modernización y puesta al día de la mano de Jorge Abreu, presidente de esta freguesia, destinados a competir en un futuro no muy lejano en el campo del turismo. También he tenido un encuentro con bodegas de la zona, entre ellas a Quinta do Sobral de Santar; Quinta Da Fata y Quinta Carvalhâo Torto de Nelas, empresas vinateras de poca producción pero de alta capacidad elaboradora en el campo de la calidad. Sus vinos han abierto las puertas de la exportación, mereciendo el preciado honor que da la internacionalización.

Enric Ribera Gabandé

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