En la Edad del Hiero, los celtas “resucitaban” a los muertos con whisky

¿Qué pueblo fue el primero en destilar el whisky? ¿Desde que tiempo se viene obteniendo este destilado? No existen dudas que el primer conjunto de pueblos que destilaron la cebada y el centeno fueron los celtas. Por lo tanto, se desprende que esto ocurrió en la Edad del Hierro. Los celtas consideraban que el brebaje que salía de la rudimentaria destiladora era un regalo de sus Dioses para “resucitar” a los muertos y también para calentarse éstos durante el crudo invierno.

En gaélico, la lengua indoeuropea de la rama celta, al whisky se le llama “Uisge Beatha” (Agua de Vida). No obstante, éste era solamente un “potingue” que daba fuerza, calorías y mucho, supuestamente, dolor de estomago a sus ciudadanos. Según los documentos encontrados, la primera destilación oficial se lleva a cabo en 1494 en Escocia, cuando el fraile Juan Cor obtuvo unas 6 fanegas de malta (cada fanega tiene una capacidad aproximada de 55,5 litros).

En un principio, vino a ser como una medicina para la población. Era, también, el único antídoto para la pena, por lo que se consumían cantidades ingentes en los actos funerarios. Más tarde, el whisky sirvió para beber y brindar, poniéndose de moda. Los libros de la historia nos dicen que la primera destilería data de 1690 cuando se mencionó a la de “Ferintoch de Forbes de Culloden”.

A mitad del siglo XIX en Escocia se comenzó a mezclar el whisky de malta con whisky de grano más ligero y barato. En 1850, Andrés Usher y Cía. elaboró el primer whisky de mezcla.

En la actualidad, la gama de whisky es amplia, aunque el de malta es el más selecto, elaborado completamente con cebada malteada y destilado en “pot still”, alambique empleado para la destilación de este tipo de alcohol, con forma de cebolla. Antes de su acabado, se deja envejecer entre 8 y 15 años. Muestra un sabor potente y mucho carácter.

El whisky de grano está basado a partir de cebada sin maltear, maíz y otro tipo de cereales, siendo, no obstante, también posible maltearlo. Se acostumbra a destilar en “coffey stills”, un alambique de destilación continua.

El “Single malt” es el whisky elaborado en una única destilería, aunque contiene mezcla de diferentes barriles. Otro de los tipos, el más consumido a nivel mundial, es el “blend” que se obtiene de la mezcla de whiskies de grano y de malta (10% -15%) procedentes todos de varias destilerías. Son los más económicos. El “cask strength” (fuerza de la barrica) no tiene ninguna dilución con agua destilada antes de su embotellamiento: desde la madera va a la botella, conservando de esta manera su graduación. Contra lo que creen algunas personas, el whisky en la botella no mejora. La edad de éste es el tiempo que pasa entre la destilación y el embotellado.

El sistema genérico de destilación de los whiskies escoceses es doble e inclusive triple. Está destilado y envejecido exclusivamente en Escocia; es el más popular en el mundo. El irlandés, denominado por los irlandeses whiskey está configurado a base de cebada, y se caracteriza por su triple proceso. Es muy parecido al escocés.

El whisky canadiense acostumbra a ser más suave que otros. Se caracteriza, también, por el empleo de centeno que ha sido malteado, proporcionando más sabor y suavidad. El whisky estadounidense se elabora, según la ley nacional del país, a base de maíz en una concentración mínima del 51%; generalmente el 70%. También se le añade trigo, centeno o cebada malteada. Al igual que al irlandés, se le añade la letra “e” a la palabra whisky; whiskey.

El whiskey bourbon, que debe contener un mínimo del 51% de maíz, debe ser elaborado en Kentucky para que la denominación bourbon pueda aparecer en la etiqueta. La graduación media del alcohol que contienen los whiskies en general es de 40º.

Enric Ribera Gabandé

También te podría gustar...

Deja una respuesta